viernes, 22 de junio de 2012

Romance


A cardamo y cera huele tu piel al alba
De jazmín y azucena perfumas tu falda,
Entre tu piel y la ceda fulgores de malva
Y la briza de tu silueta  que me ilumina hasta el alma.

Música del cielo aviva mis sentidos
Nubes y  viento de alegres sonidos,
Mi mente recorre los momentos vividos
De sonetos y versos se colman mis oídos.

Tus ojos profundos derrotan mis celos
La noche en tus hombros me llena de anhelos,
El candor de tus besos cautiva mis sueños
Y entre tu cuerpo y mi aliento fervientes deseos.

El sol me impacienta, dirige mis instintos
La hipocresía se oculta entre pan y vino tinto,
Bajo el pliegue de tu enagua, en custodia mi destino
Y sobre tu carne se yerguen mis barreras de lino.

Ausencia


Aun que quisiera gritarle al mundo cuanto te amo…
Me vuelvo cobarde, y callo. 

Cada mañana, me asomo a la ventana
Para mirar el mundo…
Y lo encuentro cada vez mas llano,
Con cicatrices profundas y surcos en las manos

Al atardecer, cuelgo mi asombro en tu sonrisa
Y mi vida en tus caricias…
Soporto como un tempano el helado viento de las doce
Que me susurra gritando tu ausencia en mi horizonte…

Pero no es, si no cuando llega la noche,
Que mi entereza se oculta en el fondo de la nada
Y el gigante que sostiene mis mañanas
Se recuesta bajo las cortinas de mi ventana.